Entra en un vagón

martes, 21 de febrero de 2012

Vagón 37. Gallinas ciegas

El revisor me asegura que no estamos en el túnel. Pero yo miro por la ventana y sólo veo oscuridad. Los niños también.

Si hemos salido, ¿por qué nos ha traído una linterna? Lo más importante ahora es que los niños no se enteren de lo que está pasando. No pueden temer al tren, es nuestro único hogar, si también éste les falla…

—¡Niños! ¿Qué os parece si jugamos a la gallinita ciega?

—¡Vale, me pido primer! —A Juan se le da muy bien este juego.

—Muy bien, Julia dame las dos manos.

Rodean a Juan y giran alrededor de él cantando.

—Gallinita ciega, ¿qué se te ha perdido?

—Una aguja y un dedal.

—Pues date tres vueltas y lo encontrarás. ¡Uno, dos y tres!

Ahora me doy cuenta, de los otros vagones sale luz, puedo verlo en el túnel. Si es que esto es un túnel. Dios mío, ¿qué está pasando?

—¡Te pillé! Eres…

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