Me pregunto cómo podríamos saber a qué velocidad nos desplazamos. Del limbo hemos pasado al infierno, concretamente al traqueteo infernal… Llevo ya varios días sin descansar en condiciones. Lo que me faltaba. La preocupación ha hecho que me olvide del fantasma de Elisa, pero sigo sin dormir.
La camarera me ha visto mala cara y me ha puesto un café cargado sin preguntar. Yo, en cambio, sí le he hecho una pregunta: ¿qué coño está pasando en el tren, que cada vez va más rápido? La camarera, a pesar de haberse ruborizado bastante, me ha dicho temblando que el tren viaja como siempre, a 80 millas por hora.
Y ha sido entonces cuando he volcado el café: no me había dado cuenta antes de lo mucho que la camarera se parece a Elisa cuando se azora.
2 comentarios:
Me ha encantado!!!
No sabes cuánto nos alegramos de que te guste!!! : )))
Publicar un comentario